SAN BORONDÓN

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SOMOS LO QUE HACEMOS, NO LO QUE DECIMOS

La Granja Orgánica San Borondón nace de la idea del regreso del ser humano a sus origenes. Después de diversas investigaciones y reflexiones, un grupo de personas nos planteamos que los acontecimientos actuales globales relacionados con el Hombre y la Tierra están produciendo desequilibrios medioambientales, sociales y humanos. De aquí surge el principio de actuación en nuestras actividades y la necesidad de realizar un cambio de vida.

Los mayores desequilibrios se producen a causa de la separación del ser humano de la Naturaleza. Desde que el hombre como especie abandona la vida natural y se introduce en la vida urbana, muchos de sus recursos básicos de subsistencia se van perdiendo. Estos recursos, que le ayudaban a conseguir comida, abrigo y refugio, le permitían asimismo ser libre, entendiendo la libertad como la posibilidad de poder disponer del propio tiempo.

Una persona que es autosuficiente en el ambito natural es libre por que es dueña de su tiempo. Al ingresar a la vida urbana deja de serlo, ya que deja de depender de si misma. En las ciudades no se pueden producir alimentos suficientes para el autoabastecimiento de sus pobladores. Para la obtención de abrigo y refugio es necesario el dinero, y el dinero se consigue vendiendo el tiempo, que a su vez se valora de diferente manera en relación con el curriculum de cada unx.

En la Granja Orgánica San Borondón estamos desarrollando estrategias múltiples con el objeto de ser un aula viva en lo que a autosustentabilidad y valores humanos se refiere. Queremos potenciar una ciencia con conciencia que nos permita producir alimentos ecológicos, y energía renovable, y trabajar técnicas autosostenibles como la bioconstrucción o los ciclos cerrados de granja integral. En definitiva, contribuir a la eco-nomía y a la mejora de la calidad de vida de las poblaciones locales, no sólo en cuanto a la obtención de recursos materiales, sino también en cuanto a los espirituales, pues comprendemos que la riqueza de un lugar no está en su dinero, sino en la felicidad de sus habitantes.

Cuando nuestras necesidades están cubiertas, el encuentro con nosotros mismos se hace posible, por lo que entendemos que el agrocultor lo ha de ser en el sentido mas integral de la palabra.

Nuestros dos lemas son “Actua local, piensa global”, y “Sé el cambio que quieres ver»