Cuando pasan estas cosas es cuando veo el sentido de este proyecto.
Ayer tuvimos la gran suerte de recibir a Jordi Claramonte en Las Suertes, y de poder compartir con él un debate enormemente enriquecedor que abrió caminos mentales que, al menos yo, pienso seguir explorando.
Jordi Claramonte (Vila-Real, 1969) es doctor en Filosofía por la UNED, donde es profesor de Teorías Estéticas Contemporáneas. Ha sido profesor invitado en el Massachussets Institute of Technology (MIT), la Universidad de Yale o el Arts Institute de Chicago. Ha escrito artículos y libros como Lo que puede un cuerpo (Cendeac, 2009) o Del arte de concepto al arte de contexto (Nerea, 2010), donde indaga en las conexiones entre lo estético y lo político, o lo militar y lo pornográfico, en el ámbito de la «estética modal». Ha traducido textos de John Dewey, Luigi Pareyson, Michel de Certeau o Stewart Home, entre otros. Asimismo, ha participado en algunos de los movimientos artísticos y políticos más característicos del ámbito del arte de contexto.
Si quieren saber más sobre él, pueden leer su blog pinchando aquí, o comprar su libro Estética Modal, que está a punto de salir.
Esto fué posible también gracias al resto de personas que participaron en el debate aportando sus inquietudes y puntos de vista. Entre ellas había artistas, agricultorxs, miembros de colectivos autogestionados, activistas sociales, etc… y todas compartíamos la preocupación de encontrar una manera de eficaz de organizarnos para conseguir nuestros fines. El redescubrimiento de paralelismos entre las necesidades y objetivos de la creación artística y los de la convivencia comunitaria, y el conflicto entre normas y libertad, entre orden y caos, fueron dos de los temas principales. Conventos y sectas, ecoaldeas y comunas, nos sirvieron de referentes para pensar en ellos.
Gracias a Manolo Cruz comimos un riquísimo «arrosito» a la canaria que no tuvo nada que envidiarle a una paella valenciana, y gracias a José, Ana y Lucía Salomone, unas increibles pizzas. En la barra estuvieron también Lorena y Saúl, nuestros WWOOOFers recién llegados, y Oliver, como siempre arreglando desaguisados sobre la marcha.
Gracias a la colaboración de todxs ellxs, todo fue sobre ruedas.
Después de comer disfrutamos del arte y talento de Paloma Hurtado, que nos regaló su pieza «Dakini».
Y para acabar el día y para dar más pie a lo que veníamos hablando, un ratito de improvisación libre y catártica con Guillermo Horta, Fabiola Expósito, Sergio García Romero y la que les escribe, Elsa Mateu.
Día completo y comienzo de nuevos caminos. Gracias a todxs 🙂